La menopausia consiste en la desaparición definitiva de la menstruación y es un proceso bien conocido, con síntomas progresivos por la disminución de las hormonas femeninas (estrógenos) y que está relacionado con el paso de los años. Sin embargo, durante mucho tiempo parecía como si los hombres, a pesar de que también envejecen, no tuvieran ninguna disminución o alteración hormonal.
En la actualidad sabemos que en el varón disminuye la concentración sérica de testosterona (hormona masculina). El término que se utiliza para este fenómeno es «andropausia» o «hipogonadismo de inicio tardío». Mantiene alguna similitud con la menopausia, pero la disminución de la testosterona en los hombres es progresiva y las posibles consecuencias clínicas no están bien establecidas.
¿Qué es la andropausia?
La andropausia o andropenia es la disminución de la producción de testosterona masculina y es frecuente en hombres entre los 40 y 55 años.
La testosterona es la hormona masculina por excelencia, que en los varones se produce en los testículos y las glándulas suprarrenales. Ayuda a formar proteínas y es la principal responsable de la reproducción sexual del hombre. Tiene funciones muy similares a los estrógenos en la mujer, ya que interviene en las funciones sexuales y también en procesos metabólicos (consumo de carbohidratos y lípidos), de síntesis celular (células sanguíneas, músculo, médula ósea y huesos) y en el crecimiento de la glándula prostática.
El descenso de la producción es progresivo y se inicia a partir de los 30 años, cuando los niveles de testosterona comienzan a disminuir a un ritmo del 1 % anual. Posteriormente, a los 40-50 años, los niveles de testosterona pueden ser bajos en casi el 50 % de los hombres. Y más allá de los de los 60 años, los síntomas pueden observarse en más de la mitad de los hombres. Cuando se supera la barrera de los 70 años, el 70 % de los adultos tiene niveles bajos de testosterona.
¿Qué efectos tiene sobre la piel?
Los síntomas sobre la piel del hombre suelen consistir en sequedad, tanto cutánea como capilar. La disminución de testosterona produce en la piel una caída del pelo facial, axilar, corporal y púbico, porque interviene indirectamente formando DHT (dihidrotestosterona), que acelera el metabolismo del folículo al acortar la fase de crecimiento del cabello. Además, se produce una deducción de la síntesis de sebo de los folículos que provoca la tendencia a la deshidratación. La piel se vuelve más pálida y más flácida, por lo que aparecen arrugas finas.
Al iniciarse un proceso de feminización progresiva, se altera la distribución de la grasa corporal y se pierde fuerza muscular. Existen otros síntomas, como la fatiga o la tendencia a la distimia o depresión, que también acompañan a este síndrome.
Cuidados y recomendaciones
No todos los hombres sufrirán los síntomas del descenso de la testosterona ni tampoco debemos creer que se trata de una enfermedad, porque es un proceso natural. Sin embargo, para evitar el envejecimiento prematuro, la fragilidad del vello y del cabello y la sequedad o atrofia de la piel, podemos cuidarnos de la siguiente manera:
- Cuida tu piel aportándole una hidratación tanto facial como corporal diaria. Utiliza productos que contengan emolientes que contribuyan a la regeneración de la piel y que aporten nutrientes como los antioxidantes.
- Limpia tu piel de forma suave, para evitar descamaciones e irritaciones.
- Mantén una dieta equilibrada y saludable para evitar el sobrepeso u obesidad. Un aumento de los triglicéridos y el colesterol puede contribuir a acelerar el proceso.
- Promueve los hábitos saludables en tu vida realizando ejercicio diario para disminuir el estrés y los cambios de humor.
- A partir de los 45 años se recomienda una visita anual al urólogo para realizar controles hormonales y valorar la gravedad de los síntomas.
