La COVID-19 ha llegado y no solamente ha cambiado la economía, nuestros hábitos diarios, la distancia social, la manera de viajar, el ocio, el trabajo… En muy poco tiempo hemos descubierto, además, un problema en la piel derivado de su aparición: el Maskne, problemas de acné (alrededor de la zona de la nariz, boca y barbilla) consecuencia del uso continuado de la mascarilla para protegernos a nosotros mismos y a los demás del virus.
El Maskne se manifiesta con manchas, granos y espinillas. Su aparición se inicia con la fricción de la mascarilla con la piel, bloqueando las aperturas foliculares. Además, dentro de la mascarilla se crea un microambiente húmedo causado por la respiración en la que se suman calor, humedad y sudor.
De manera irremediable aumenta la proliferación bacteriana, el incremento de grasa y la dilatación de los poros… El resultado es previsible y, sin embargo, existe una solución tan simple como eficaz:
Limpiar: lavar la cara antes y después de usar la mascarilla para ayudar a eliminar el exceso de sebo.
Hidratar: es importante mantener la piel hidratada para conservar en estado óptimo la función barrera de la piel.
Make-Up Free: reducir el uso de maquillaje mientras se usa la mascarilla es lo más recomendable, ya que sus formulaciones pueden obstruir los poros. Si sumamos la humedad podría afectar a la producción de sebo y, como consecuencia, conducir a su obstrucción.
Pero además de estas recomendaciones, en MartiDerm disponemos del tratamiento Acniover, una completa gama antiacné igual de eficaz contra el acné habitual como contra el causado por el uso de la mascarilla. Su uso es sencillo:
De día: Acniover Gel Purificante (limpieza), Acniover Serum (prevención), Acniover Cremigel Activo (regulación) y Acniover Stick Corrector (camufla y trata).
De noche: Acniover Gel Purificante (limpieza), Acniover Renovador Nocturno (control) y Acniover Serum (prevención).
Una vez a la semana, Acniover Soothing Mask, una mascarilla hidratante con efecto matificante, que ayuda a reducir las imperfecciones y a regular el equilibrio de la piel.
Y ahora, la clave final para tratar el acné y el Maskne: la perseverancia. Los granitos no perdonan un despiste: ¡no les perdones tú a ellos y cuida tu piel como se merece! En seguida verás los resultados y te sentirás motivado o motivada para seguir cuidándote. ¡ÁNIMO!