Desde hace ya algunos años la población general evita consumir estos productos, pero ¿qué son los parabenos?, ¿por qué hemos dejado de consumirlos?, ¿son realmente peligrosos?
¿Qué son?
Los parabenos o parabenes son conservantes de tipo químico de la familia del ácido hidroxibenzoico (PHBA: se compone de un grupo de seis conservantes que contienen metanol, etano o propanol).
El 90 % de los parabenos de consumo habitual tiene un origen sintético. Pero también pueden ser de origen orgánico y encontrarse en alimentos como los arándanos. Sin embargo, en este caso, al ser ingeridos, se metabolizan correctamente.
¿Para qué sirven?
Los parabenos tienen como función fundamental la conservación del producto al que están asociados o al que se han añadido de forma artificial.
Por tanto, se utilizan para preservar el producto para su utilización en humanos y, como tantos otros preservantes químicos tradicionales, su misión es la de evitar la proliferación de bacterias y hongos.
¿Dónde los encuentro?
Los parabenos se encuentran en gran cantidad de productos, muchos de ellos de la cosmética tradicional. En esta área, se pueden hallar en artículos como champús, acondicionadores de pelo, emolientes o lociones, dentífricos, maquillaje, perfumes, desodorantes, etc. Pero también en alimentos como bollería, comida precocinada, refrescos o salsas.
Los parabenos en realidad son una familia de varias sustancias. Los más comunes los encontraremos etiquetados como butylparabeno, methylparabeno y propylparabeno (en la Unión Europea: E214, E215, E216, E217, E218 y E219). Además, en cosmética se suelen denominar con estas nomenclaturas: benzoato de sodio, sodium (y ammonium) y laureate sulphate.
Entonces, ¿son tóxicos?
Los parabenos son sustancias aprobadas, en general, por las autoridades sanitarias europeas y españolas. Aquellos que están aceptados se catalogan como productos con baja toxicidad y son seguros.
La razón de esta aseveración es que nuestro organismo puede absorber y metabolizar esta sustancia cuando la ingiere y eliminarla de forma rápida.
Sin embargo, cuando se utilizan de forma tópica su absorción no es adecuada y su eliminación no es la correcta, por lo que pueden producir efectos tóxicos a largo plazo. La mayoría de los productos que contienen parabenos usan este modo de empleo y de ahí que parezca probable su relación con enfermedades dermatológicas como la dermatitis de contacto.
La controversia alrededor de estos conservantes surgió en el año 2004, cuando la británica Philippa Darbre publicó una investigación en la que halló muestras de este grupo de sustancias en 18 tumores malignos de mama.
Posteriormente, otras investigaciones han apuntado que estas sustancias pueden producir efectos tóxicos a largo plazo. A partir de ahí, muchos países y organismos, entre ellos, la Unión Europea, prohibieron algunas de estas sustancias o han restringido su uso.
Ten en cuenta que…
Los parabenos son aditivos y, como tales, sustancias que según la cantidad empleada o en combinación con otros compuestos químicos podrían producir efectos no deseados y que aún no se conocen en profundidad.
Los aditivos son sustancias artificiales cuyo potencial tóxico no viene solo de su uso, sino de su acumulación en nuestro organismo. Estos compuestos pueden producir efectos negativos si nuestro organismo no es capaz de asimilarlos y eliminarlos con la rapidez con la que son absorbidos.
Así que te recomendamos que no utilices productos que contengan parabenos y, si lo haces, que sea un uso escaso y no indiscriminado.