Me voy a la playa, ¿qué llevo en mi bolsa?

Me voy a la playa, ¿qué llevo en mi bolsa?

Se acerca el fin de semana o tienes la tarde o la mañana libre y hace un día espléndido… Así que, sin pensártelo dos veces, decides ir a pasar esas horas de descanso a la playa. Además de llevar algo de lectura, música y tu bañador favorito, no te olvides de aquello que es esencial para mantener tu piel cuidada.

Hoy te damos unos consejos para que no se te escape nada. Así tu piel permanecerá correctamente cuidada durante esas horas en las que disfrutarás del sol y de tu tiempo libre.

¿Qué es importante?

  • Fotoprotección: es esencial. Recuerda que debes proteger de la radiación solar tu superficie cutánea para evitar abrasiones y quemaduras solares, así como para prevenir la formación de lesiones pigmentadas o la aparición de arrugas o líneas de expresión. Dependiendo de la hora del día, no olvides aplicar crema con fotoprotección cada 1-2 horas.
  • Ropa clara y suave: permitirá a tu piel no recibir el impacto de calor que absorben los tejidos oscuros. Utiliza prendas suaves para evitar la irritación que suele producir el cóctel de sol y ropa ajustada.
  • Protégete con gafas de sol, sombrero, etc.: las barreras físicas permiten a tu piel estar protegida y no tener que procesar y absorber los rayos ultravioleta. La radiación solar siempre provoca en mayor o menor medida un daño celular que debe ser reparado. Así que, si puedes evitarlo, no dudes en proteger tus ojos, que no cuentan con la barrera cutánea como defensa.
  • Agua: no nos cansamos de repetirlo, pero bebe la cantidad suficiente de agua. No olvides que durante el día tu piel va a estar sometida a un proceso de deshidratación producido por la evaporación del contenido de las capas más externas de tu piel. Así que es importante que, además de tus 2 litros diarios, le sumes mayor cantidad de agua. Recuerda que existen determinados refrescos, infusiones o tés que no solo no hidratan, sino que favorecen la pérdida de líquidos mediante el incremento de la diuresis.
  • Hidratación: muchas veces olvidamos que la hidratación de nuestra piel debe ser constante y diaria. Si además vamos a pasar un día disfrutando del sol, debemos aplicarla con frecuencia, ya que existe una agresión externa como es el sol.
    • Capilar: nuestro pelo puede sufrir desecación por culpa de la pérdida de la hidratación suficiente y quebrarse con mayor facilidad. Incluso es posible tener una mayor probabilidad de caída si no cuidamos adecuadamente la hidratación capilar. Utiliza aceites adaptados a tu pelo y ten en cuenta tu piel y la frondosidad de tu cabellera.
    • Facial: además de protegerla de la radiación solar, tu piel debe recibir un aporte mayor de emolientes hidratantes que faciliten la regeneración celular. Utiliza productos que contengan factor de protección y podrás aprovecharte de todos los beneficios de las cremas hidratantes.
    • Corporal: no olvides tu cuerpo y sobre todo las partes acras y de flexura. Las manos, los codos, las rodillas y los pies pueden sufrir más el efecto del sol, de la arena o de las condiciones externas. Cuídalas al acabar tu jornada con una hidratación focalizada en la regeneración celular.
    • Ojos: la musculatura periorbitaria en días de sol se ejercita más, no solo porque intentamos disminuir la entrada de luz por la córnea, sino por el aumento del parpadeo. Para evitar que un magnífico día de sol influya en la aparición de nuevas líneas de expresión o de arrugas, te recomendamos utilizar emolientes dirigidos a la piel del contorno ocular. Aplícalos cada vez que necesites fotoprotección facial o corporal y notarás cómo tu piel resiste mejor el paso del tiempo.

  Ten en cuenta nuestros consejos, prepara bien tu bolsa y disfruta de un fantástico día en la playa sin temer las consecuencias.

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