Tras el verano, exfolia tu piel

Tras el verano, exfolia tu piel

Ya queda menos para que llegue el otoño, aunque seguro que aún aprovecharás para disfrutar del buen tiempo y tu piel todavía disfrutará del sol de este verano que se va difuminando poco a poco.

Sin embargo, sabemos que durante el verano tu piel se ha deteriorado, bien porque no has podido dedicarle demasiado tiempo o bien porque las condiciones ambientales en esta estación, donde el sol, la sal o el cloro abundan, han hecho mella en tu piel.

¿Qué necesita tu piel ahora?

Si durante el verano tu piel ha sufrido más de lo debido por la deshidratación y por el daño ocasionado por el sol, ahora es el mejor momento para empezar a plantearte unos cuidados dirigidos a su puesta a punto.

Lo fundamental en estos tratamientos es que aprovechemos los beneficios que el sol ha producido en nuestra piel. Durante el verano hemos conseguido un bronceado sano y progresivo que ha pigmentado nuestra piel, aumentando su capacidad de defensa, y eso se nota, porque luce más brillante y saludable.

Por tanto, para que tu piel recupere su estructura y afronte con garantías el otoño y el invierno, el tratamiento más adecuado en esta época es la exfoliación.

¿Por qué exfoliar tu piel?

La exfoliación de la piel entra dentro de los cuidados básicos que deben realizarse durante todo el año. Pero en esta época tiene una importancia mayor.

La razón es sencilla y lógica: es más necesario limpiar y exfoliar la piel tras una temporada en la que no se ha regenerado de la manera correcta y la concentración de células muertas y la alteración de la producción de sebo ha sido lo habitual.

La exfoliación logra los siguientes beneficios:

  • Mejora la absorción de la piel. Una piel limpia permite una permeabilidad mayor.
  • Estimula una adecuada porosidad de los folículos, para que no se obturen y provoquen acné.
  • Repara el daño que ha podido ocasionar el sol en la piel, como las manchas.
  • Aumenta la elaboración de colágeno para evitar la formación de arrugas.

Al volver a tu rutina diaria, la piel se resiente y son habituales los brotes de acné o las descamaciones. Por ello es fundamental iniciar unos estrictos hábitos de higiene que partan de la base de una buena exfoliación y preparen la piel para una nutrición profunda. 

Rutina de exfoliación

Como ya sabemos, la limpieza facial es siempre el primer paso de cualquier rutina para mejorar nuestra piel. Sobre todo ahora, porque seguramente habrán pasado bastantes días sin que se le haya hecho ningún tratamiento.

Puede que pienses que tu piel está más sensible en esta época del año por la deshidratación, las quemaduras o las irritaciones y que la exfoliación sería demasiado agresiva. Sin embargo, es precisamente lo que la piel necesita: limpiarse en profundidad para iniciar de nuevo sus ciclos de regeneración cutánea.

  • En tu rostro:
    • Utiliza productos que contengan micropartículas rugosas o micelas para favorecer el arrastre mediante exfoliación mecánica de las toxinas y células muertas.
    • Ten en cuenta que no deben ser productos abrasivos, para preservar la estructura de tu piel. Así que, si tienes una piel sensible, utiliza peelings químicos suaves, en vez de exfoliantes de tipo mecánico.
  • En tu cuerpo:
    • Los exfoliantes corporales deben ser ligeramente más potentes, puesto que la piel es más gruesa y más resistente.

En resumen, la exfoliación permite una limpieza profunda de las capas superficiales de la piel y elimina la mayor parte de la porción córnea con células muertas. Así conseguiremos dejar libres los poros, que aumentarán su permeabilidad, y mejorará la oxigenación celular para una correcta nutrición, algo básico a la hora de lucir tu piel sana y luminosa.

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