Los inicios de las ampollas Proteoglicanos

Los inicios de las ampollas Proteoglicanos

¿Te acuerdas de la primera vez que oíste hablar de las ampollas de Proteoglicanos? Quizá el nombre te sonó algo extraño la primera vez ¿Proteoglicanos, esto qué es?. Lo cierto es que a día de hoy estas famosas ampollas de proteoglicanos gozan de una estupenda reputación y ya no es inusual ver a gente encantada con los resultados del producto (como yo misma). Sus beneficios para la piel son muchos y variados y, lo mejor de todo, es que funcionan perfectamente.

Sí, ya lo habrás adivinado. Nos encantan nuestras ampollas, y, por qué no decirlo, me declaro fiel admiradora. No me faltan en mi rutina a lo largo del año. Voy cambiando de gama o tipo de ampolla según la época o tratamientos intensivos que mi piel vaya requiriendo.

Pese a la amplia gama de ampollas disponibles, en el post de hoy vamos a centrarnos en las particularidades de nuestro Proteoglicano más veterano, nuestra ampolla más clásica y original. Es la que todo el mundo identifica como “las de la caja verde”.

Nació en el año 1989. MartiDerm fue el primer laboratorio farmacéutico en lanzar al mundo de la dermocosmética una ampolla de tratamiento, consiguiendo una auténtica revolución en el cuidado de la piel.

Dos son los ingredientes que aparecen en su composición: 3% Proteoglicanos y 5% Vitamina C pura. Esta singular pero efectiva combinación es capaz de hidratar, mejorar la elasticidad y firmeza de la piel, corregir los efectos de los radicales libres con su acción antioxidante y aportar luz y un aspecto inmejorable a nuestro rostro desde la primera aplicación.

La primera ampolla que os descubrimos hoy, junto con toda la gama, tiene una textura oleosa con un acabado sedoso. Esto permite que una vez aplicada se absorba con facilidad, dejando una sensación confortable y cómoda en la piel. Por ello solemos recomendarla en casos de pieles más secas y/o deshidratadas.

¿A partir de qué edad las usamos? Pues bien, no las recomendamos según la edad de la persona, sino que buscamos mejorar el estado y aspecto de la piel según necesidades. Esto es muy importante, siempre caemos en el error de pensar que nuestra edad marcará la necesidad. Todo depende de los hábitos de vida, el cuidado de la piel y herencia genética.

¿Cómo debemos aplicar las ampollas PROTEOGLICANOS?

Te recomendamos aplicar ½ ampolla sobre cara, cuello y escote. Podemos aplicarla de día y/o noche. Vigila no olvidarte que su uso, desde la apertura de la ampolla, debe ser máximo de 2 días para obtener los mayores beneficios del producto (antes de que la vitamina C llegue a oxidarse).

Tras su absorción, como decíamos, podemos aplicar el tratamiento habitual, hidratación, tratamientos despigmentates o protección solar. Cada producto tendrá una función complementaria y una penetración diferente, con lo que llegaremos a trabajar las distintas necesidades de la piel de forma mucho más específica.

Como hemos visto, no pasan los años para las ampollas PROTEOGLICANOS. A punto de cumplir los tres lustros, parecen estar en mejor forma que nunca. A lo largo de estos meses, iremos descubriendo más propiedades y diferencias del resto de la familia de proteoglicanos. Te invitamos a seguir al pié del cañón y a no perderte detalle de ninguno de nuestros posts. ¿Te animas a conocerlas?

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