En MartiDerm defendemos el valor de las rutinas cosméticas para mejorar y mantener una piel bonita y sana. Como siempre os decimos, la constancia es clave. Hoy os hablaremos de otro tipo de rutina tanto o más importante: tu alimentación diaria.
Y es que no se trata de comer bien un día. Ni de dejar de comer algunos alimentos que sabemos que nos perjudican. La cuestión es comer bien cada comida y cada día. Es decir, adoptar una rutina alimentaria sana y equilibrada.
Esta necesidad se hace más evidente en esta época actual. Es imprescindible apostar por una dieta rica en vegetales y proteínas saludables, y pobre en alimentos procesados. ¿El objetivo? Ayudar a nuestro organismo a mejorar en sus funciones y a estar fuerte para luchar contra los agentes patógenos. Te lo agradecerá tu salud y, por supuesto, tu piel.
Desde MartiDerm aconsejamos un enfoque integral: rutina de ejercicios y rutina alimentaria sana y equilibrada.
La importancia de las vitaminas
Las vitaminas son compuestos orgánicos fundamentales para evitar enfermedades. Nuestro cuerpo o no las produce o no lo hace en la cantidad suficiente. Por eso debemos tomarlas de los alimentos. Y por eso es tan importante una alimentación saludable.
Las vitaminas intervienen en la formación de tejidos, en el funcionamiento del sistema inmunológico, hormonal, nervioso…
Existen multitud de vitaminas y todas ellas son importantes. Por eso no conviene darle más importancia a unas que a otras. De hecho, es más frecuente de lo que pensamos la carencia de algunas de ellas. Las más deficitarias suelen ser la D, A, E y B9, más conocida como ácido fólico.
En cualquier caso, hablar solo de vitaminas puede no resultar suficientemente útil para elegir qué alimentos tomar. A continuación, por ejemplo, os explicamos dónde encontrar algunas de las vitaminas más deficitarias.
Alimentos con vitamina A
Zanahorias, brócoli, batata, col rizada, espinaca, calabaza, huevo, albaricoque, algunos quesos, melón cantalupo, leche entera…
Alimentos con vitamina D
La vitamina D se sintetiza, sobre todo, a partir de los rayos del sol. Aunque también la encontraremos en el huevo, pescados azules como el salmón, la caballa, las sardinas, alimentos fortificados, nueces, pipas de girasol, aceite de hígado de bacalao, setas, leche y derivados…
Alimentos con vitamina E
Avellanas, almendras, aceites vegetales, semillas, nueces…
Alimentos con vitamina B9
Verduras de hoja verde e hígado de rumiantes, aguacate, cacahuetes…
Resumiendo…
Es aconsejable primar alimentos de origen vegetal poco procesados (frutas frescas, verduras, cereales integrales, legumbres, hortalizas y frutos secos). También es interesante consumir moderadamente alimentos de origen animal. Y sobre todo es importante evitar alimentos procesados como son los embutidos. También deberíamos eliminar, en la medida de lo posible, los llamados alimentos superfluos, que incluyen refrescos, bollería, bebidas alcohólicas…. Y, por supuesto, disminuir el consumo de sal y azúcar.
