¿Qué le das de beber a tu piel?

¿Qué le das de beber a tu piel?

Llegas a casa sobre la 7 de la tarde, con sed y hambrient@. Instintivamente te diriges a la nevera, la abres y sacas una cervecita bien fría o una bebida azucarada. Lo que viene siendo, a pesar de su atractiva publicidad, un “refresco industrial”.

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LAS BEBIDAS GASEOSAS PERJUDICAN LA SALUD

Son bombas de azúcar. Una fuente de calorías. Engordan y crean adicción sin aportar ningún beneficio nutricional. Y por supuesto, no quitan la sed. La incrementan. Y lo peor es que, debido a su efecto diurético, nos deshidratan, perdiendo más agua de la que ingerimos.

Y las bebidas “diet” no se libran: en varios estudios se ha demostrado que quienes beben estos refrescos tienen también probabilidades de sufrir sobrepeso u obesidad.

BEBE AGUA Y ZUMOS NATURALES

Cuesta. Sobre todo si no tienes el hábito. Pero se puede. Entre las frutas con alto contenido de agua con las que preparar zumos destacan la sandía, el melón, la piña, la papaya, la mandarina, la naranja, la granada, el tomate, la fresa y las uvas, entre otros. Mientras que entre las verduras se encuentran, por ejemplo: la lechuga, la espinaca, el pepino, la zanahoria, la cebolla y la acelga.

En cualquier caso es aconsejable beber durante el día 2 litros de agua: 4 vasos de agua y el resto pueden ser infusiones, refrescos o jugos naturales sin azúcar como los antes mencionados.

NO ESPERES A TENER SED

Si esperas a beber cuando tienes sed es como llegar tarde a una primera cita. Mal pronóstico. La sed es una señal que el cuerpo emite como una alarma. Por eso es tan importante acostumbrarse a ir bebiendo durante el día. Y este hábito es especialmente importante ya que, a medida que nos hacemos mayores, el cuerpo deja de emitir esa señal de sed.

OLVIDA TODO LO QUE HAS LEÍDO HASTA AHORA

Las dietas, las reglas, las normas, ... Si te cuidas y sigues estas recomendaciones también te recomendamos que te tomes tus caprichos de vez en cuando: esa cervecita, esa copita de vino o esa bebida que tanto te gusta. Después de todo, ¡las reglas también están para saltárselas! Actitud #SmartAging.

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