Mens sana in corpore sano

Mens sana in corpore sano

Muchas veces nos preguntamos qué impacto tiene en nuestra salud cuidarnos adecuadamente y qué efectos beneficiosos se producen a nivel psicológico y mental.

Seguro que más de una vez has recitado la cita famosa de las Sátiras de Juvenal escritas por el poeta romano Decimus Iunius Iuvenalis que datan de mediados del siglo I. Si bien el sentido original, tenía que ver con la conexión alma y espíritu con el cuerpo. Actualmente se utiliza  para promover tener una mente sana y conseguir así, disfrutar de un cuerpo sano y saludable.

¿Qué hay de cierto?

Parece bastante lógico pensar que si nuestra mente se encuentra en un estado de estabilidad emocional y salud mental pueda intervenir positivamente en las funciones de nuestro cuerpo. Y cuando nuestro organismo funciona, nos sentimos mejor, sonreímos más y disfrutamos de cada momento de nuestra vida.

Existen múltiples estudios clínicos que corroboran esta aseveración: Cuida tu mente y te sentirás físicamente mejor. Pero también existe evidencia del proceso inverso. Cuando cuidamos nuestro cuerpo, nuestra mente también recibe estímulos efectivos para su estabilidad y eso se traduce, en lo que cada uno a nuestra manera denominamos felicidad.

¿Por qué?

El equilibrio mental establece un estado de moderación y estabilización fisiológica que afecta directamente y positivamente a nuestro organismo. O lo que es lo mismo, cuando no sufrimos de estrés, tristeza, ansiedad o ira nuestro organismo no se prepara para la acción, sino que guarda esa energía para sí mismo. Este efecto sucede cuando descansamos y liberamos a nuestro cerebro de deliberar, de decidir o de presionarlo en encontrar soluciones a problemas cotidianos. Cuando la mente descansa, el organismo pasa  de un estadío de catabolismo a uno de anabolismo, es decir, no gasta, sino construye.

Sin embargo, cuando la situación mental baja mucho su actividad, como en casos de apatía relacionados con depresiones o distimias, nuestro organismo también se resiente. Nuestra mente se desconecta por falta de estímulos adecuados y deja de sintetizar tanto cuanto necesitaría.

Por tanto, estados de alta demanda o de muy baja demanda mental hacen que nuestro cuerpo pierda vitalidad. Es entonces cuando nos sentimos más cansados, con tendencia a la somnolencia y suelen aparecer problemas médicos que habían pasado inadvertidos previamente.

¿Cómo cuidamos nuestra mente?

Nuestro estado mental interviene directamente a nuestro organismo. Por tanto te recomendamos que cuides a tu mente y a tu cuerpo a partes iguales.

  • Realiza ejercicio físico de forma regular:
    • El consumo de calorías hace que nuestro organismo gaste y necesite seguir sintetizando. Es decir, si gastamos energía, activaremos a nuestro cuerpo a seguir necesitando fabricar y transformando nutrientes.
    • El ejercicio induce una mayor capacidad de resiliencia, potenciando la voluntad y la capacidad de sufrimiento. La mente es más fuerte entrenando más, consiguiendo objetivos y multiplicando la autoestima.
    • También produce una gran sensación de bienestar (las endorfinas aumentan su concentración mientras hacemos ejercicio).
  • Gestiona emociones:
    • Una mente equilibrada es una mente feliz y sana. Saber gestionar los sentimientos adversos, establecer prioridades y potenciar tu asertividad son esenciales para que venzas en tu batalla diaria.
  • Controla tu alimentación
    • Una dieta variada favorece que tengamos a nuestra disposición nutrientes necesarios para nuestras funciones corporales.
  • Desarrolla nuevos hábitos
    • Repetir siempre la misma rutina no favorece el desarrollo ni potenciar nuevas habilidades personales. Cónocete y atrévete a ser feliz.

Siguientes artículos