El verano ya está llegando a su fin y casi apetece que la temperatura empiece a bajar ligeramente. El otoño se despereza y está a la vuelta de la esquina. En esta época del año debemos tener en cuenta que nuestra piel va a sufrir en cuestión de semanas los efectos del cambio de temperatura por el paso de una estación a otra y que debemos prepararla para que siga luciendo brillante y sana.
Por ello, hoy queremos darte unos consejos para preparar tu piel y que reciba el otoño perfectamente equipada para esos próximos meses más fríos, a la vez que tú te sientes bien y no echas demasiado de menos el verano.
Dedícale tiempo a tu piel
Durante el verano tu piel y tú habéis disfrutado del aire libre, el sol y un merecido tiempo que seguro has podido compartir con los tuyos. Sin embargo, tu piel ha ido perdiendo parte de su luminosidad y requiere un proceso de limpieza profunda para recuperar por completo su capacidad de regeneración.
Te recomendamos que uses un exfoliante suave para eliminar las toxinas y células muertas que se han ido acumulando en la capa córnea de la piel. Es un paso fundamental para que recupere su estructura básica. Además, debemos focalizar los tratamientos para conseguir disminuir las manchas que se han formado durante el verano a causa de la exposición solar.
Pero no solo necesitarás cuidar tu piel externamente, sino que tendrás que recuperar la hidratación perdida durante los últimos meses. La limpieza profunda de la piel te ayudará a que los tratamientos nocturnos se absorban mejor y lleguen a su capa basal.
Por último, no te olvides de la fotoprotección. La piel debe estar protegida durante todo el año. Y no solo del sol, sino también del viento y el frío, que aparecerán para provocar sequedad cutánea. Por ello te aconsejamos que hidrates tu piel y la protejas.
Cuida tu dieta
Vuelve a la dieta mediterránea en todas tus comidas. Ya sabes que es fundamental incorporar alimentos con grasas no saturadas y vitaminas liposolubles (A, C, E y K), esenciales para el cuidado de tu piel.
No te olvides de alimentos como el salmón, la manzana, las aceitunas, el aguacate, el kiwi o los frutos rojos, ya que son ricos en vitaminas y antioxidantes.
Realiza una ingesta adecuada de agua, la cual será indispensable para que recuperes el líquido perdido durante estos meses. Tu organismo y tu piel te lo agradecerán, porque favorecerá la eliminación de las sustancias nocivas que por los excesos del verano se han ido acumulando en tu cuerpo.
Siempre puedes recurrir a infusiones herbales como el té (verde o blanco), que son ricas en antioxidantes, favorecen la diuresis y fomentan la eliminación de estas sustancias nocivas. Sin embargo, no te olvides de que deberás beber algo más de agua para equilibrar las pérdidas por vía urinaria.
Pásate a la vida saludable
Después del descanso del verano te toca volver a tu rutina y para hacerlo debes saltar de la tumbona de la playa a la silla de la oficina. No te desanimes, opta por una actitud positiva. Sonríe recordando los buenos momentos y no dejes que la rutina te atrape de nuevo.
Te recomendamos que te aclimates de forma gradual, para así recuperar tu ritmo de vida de forma progresiva y evitar el síndrome posvacacional y el estrés asociado:
- Programa tu vuelta laboral y aborda tus actividades de forma progresiva.
- Modera el consumo de café o excitantes para que puedas descansar correctamente.
- Realiza ejercicio con una intensidad suave. Sigue realizando actividades al aire libre en tus momentos de ocio y disfruta de los tuyos, porque… ¿te contamos un secreto? ¡El invierno aún no ha llegado!