Epigenética, la cosmética inteligente

Epigenética, la cosmética inteligente

Los avances en la dermocosmética persiguen ofrecer mejores productos que tengan un mayor impacto en la salud de las personas. Uno de los más recientes es la aplicación de los conocimientos de la epigenética al cuidado de la piel con el propósito de potenciar la capacidad de las capas más profundas para regenerarse y mitigar el envejecimiento cutáneo.

¿Qué es la epigenética?

La epigenética es la rama de la biología que estudia cómo los factores externos interactúan con los genes y cambian la forma en que estos se manifiestan. Es decir, estudia cómo las condiciones ambientales, los hábitos o las experiencias individuales modifican la expresión de la información contenida en el material genético (ADN) que heredamos de nuestros padres sin provocar cambios en su secuencia. Un ejemplo evidente son los gemelos idénticos (monocigóticos): estos individuos portan el mismo material genético y, sin embargo, pueden manifestar ciertas diferencias determinadas por el ambiente.

Es decir, si el ADN fuese una partitura musical compuesta por un músico, la epigenética equivaldría a las diferentes maneras de reproducir esa partitura, los diferentes arreglos melódicos de una misma canción.

¿En qué consiste?

En el núcleo de las células, el ADN, compuesto por miles de genes con información codificada, aparece enrollado en estructuras conocidas como cromosomas. Sin embargo, no siempre la información contenida en los genes está accesible. Se requiere de factores epigenéticos que faciliten el acceso a esta información para ser traducida, dependiendo de las necesidades celulares, en las proteínas responsables de las funciones del organismo. Entre estas funciones se encuentra la regeneración celular de la piel, la cual es el resultado de la información heredada y de los factores que determinan cómo se expresan estos genes.

Por ello, los denominados factores epigenéticos son herramientas que utiliza nuestro organismo para modificar la expresión de nuestros genes sin modificarlos, esto es, que actúan como un interruptor que enciende o apaga los genes y, como consecuencia, aumenta o disminuye la producción de ciertas proteínas.

La epigenética aplicada a la cosmética permite activar los mecanismos de regeneración celular de las capas basales, así como potenciar la producción de proteínas esenciales. Las formulaciones que contienen ingredientes epigenéticos activan el «interruptor» que permite normalizar la síntesis de proteínas encargadas de conferir la turgencia y la elasticidad a la piel que se van perdiendo con la edad y, de esta forma, recuperar parte de su juventud.

¿Cómo puede ayudar la epigenética a la cosmética? 

Es importante saber cómo la epigenética puede influir en los mecanismos de regeneración de la piel, que son los que definitivamente determinan el proceso de envejecimiento. En este sentido, incorporando principios activos que actúen en el epigenoma, conseguiremos influir en la expresión del ADN de las células basales de la dermis que participa en la regeneración celular, sin alterar su secuencia. Es decir, podremos modular la expresión de los genes para lograr un rendimiento óptimo.

En este contexto, ha surgido una nueva generación de cosméticos antiedad, como las nuevas cremas Epigence 145, capaces de adaptarse a las diferencias individuales de cada piel. Las fórmulas se han desarrollado para mejorar la resiliencia y la adaptabilidad de la piel ante las condiciones externas, de modo que recuperen y potencien la elasticidad y la firmeza y consigan una reducción de arrugas evidente. Estos tratamientos ayudan a aumentar la hidratación profunda de la piel y estimulan la renovación celular, potenciando la producción de proteínas como el ácido hialurónico, así como de las fibras de colágeno y elastina. Tras su aplicación, la piel recupera la tonicidad porque recobra la capacidad de producir las proteínas necesarias para su adecuada regeneración celular.

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