El aspecto de la piel se puede ver afectado por diferentes razones. Muchas veces son factores externos los que inciden en la piel directamente y la modifican. Otras veces, se ve afectada por alteraciones cutáneas que responden a otras causas más específicas. Este es el caso de la psoriasis.
Empecemos por el principio: ¿qué es la psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel. Aunque puede aparecer en cualquier parte de nuestra piel, suele hacerlo en zonas que están cerca de los huesos, como los codos, las rodillas o el cuero cabelludo.
Esta enfermedad cutánea no es contagiosa y suele darse en el principio de la edad adulta o ya en una etapa tardía.
El tipo de psoriasis más común es la psoriasis vulgar, que es fácilmente identificable por la aparición de zonas escamosas en la piel. Estas escamas también son conocidas coloquialmente como «placas» y suelen ser de color rosa.
Síntomas de la psoriasis
La mayoría de las veces los brotes de psoriasis aparecen de improviso. Cuando una persona presenta esta alteración de la piel, suelen ser frecuentes los picores. En determinadas ocasiones, otro de los síntomas de la psoriasis es la aparición de rajas y heridas en la piel que sangran, con dolor en esa zona de la piel.
¿Qué causas pueden provocar psoriasis?
- La genética: con base en estudios realizados, se puede establecer que la principal causa de la psoriasis es la hereditaria, aunque se desconoce el origen concreto de la enfermedad.
- Otros factores que pueden desencadenar la aparición de psoriasis en la piel son las infecciones. A menudo estas participan en el desarrollo de los síntomas psoriásicos. Los estreptococos son los patógenos más corrientemente implicados en esta alteración de la piel. 3. El estrés nervioso: el estrés producido por una carga excesiva de trabajo o diferentes tipos de ansiedad también puede provocar psoriasis, e incluso empeorarla.
¿Cómo se puede tratar la psoriasis?
Aunque no existe una cura para la psoriasis, sí que se puede controlar aplicando determinados tratamientos para de alguna manera atenuarla. Entre los más comunes se encuentran:
- Sustancias de uso tópico: la mayoría de las personas que sufren psoriasis hacen uso de cremas, lociones y pomadas específicas.
- Fototerapia: el sol es muy beneficioso para las personas que padecen este tipo de problema en la piel. Algunas necesitan además un tratamiento extra de luz ultravioleta. Este tipo de terapia es un pilar fundamental de la dermatología.
La psoriasis ha sido objeto de estudio en los últimos tiempos. Uno de los avances más significativos ha sido el reconocimiento de cómo esta enfermedad de la piel no solo afecta a la apariencia física sino también a la calidad de vida de las personas que la padecen. Aunque es una enfermedad crónica, es necesario tratarla en cuanto aparece el primer síntoma para evitar malestares posteriores.