Seguro que has leído múltiples teorías sobre los beneficios de hacer deporte por la mañana. Y seguro que en gran parte son ciertas. Pero ninguna es concluyente: toda teoría es generalista y, cuando se trata de salud, lo mejor es conocerse y, en caso de duda, acudir a un especialista.
En cualquier caso existen una serie de indicaciones orientativas que nos ayudarán a tomar una decisión:
SÍ AL DEPORTE POR LA MAÑANA
-Si quieres perder peso.
-Si duermes y descansas bien por la noche.
-Si tu salud es buena.
-Si te sienta bien.
-Si es el único momento en el que puedes practicarlo.
-Si las jornadas laborales y familiares suelen complicarse a lo largo del día con imprevistos.
NO AL DEPORTE POR LA MAÑANA
-Si tienes problema cardiovasculares.
-Si tienes diabetes.
-Si sientes mareos.
-Si quieres aumentar la masa muscular.
-Si no descansas las horas suficientes.
-Si te obliga a saltarte el desayuno.
Por otro lado existen grandes argumentos a favor del deporte matutino, como son: las personas que practican deporte por la mañana son más constantes en su práctica, el deporte libera endorfinas y nos hace estar más despiertos, el ejercicio nos ayuda a controlar el apetito…
Y sin embargo, la teoría más importante y definitiva es la siguiente: sí al deporte por la mañana… si no puedes entrenar por la tarde-noche. Y sí al deporte por la tarde-noche… si no puedes entrenar por la mañana.
En otras palabras: escucha tu cuerpo. Escucha sus necesidades. Al final se trata de cuidarnos de forma consciente, de sentirnos y encontrarnos bien. Pura actitud #SmartAging.